El pozo del Loto está acumulado – también el del Desquite – y seguramente, como muchos, estás tentado de jugar un numerito del Loto, total, cuesta luquita, o luquita y media si juegas con Revancha y Desquite, o dos luquitas si juegas con multiplicador.
OK, la decisión está tomada, pero ahora debes escoger los números que vas a jugar. Y tus opciones son pocas:
- Utilizas los días y meses de fechas importantes para ti: nacimiento de familiares o parejas, de eventos, etc. Bueno, así dejas de lado inmediatamente 10 números, del 32 al 41, lo que no es buena idea, pues en 23 de los últimos 30 sorteos del Loto han aparecido números mayores que 31, y en total han sido 41.
- Dejas que la máquina del Loto juegue al azar. Esto es como elegir un número al azar entre 4.496.388 posibles, es decir, la probabilidad de que te toque el premiado es ínfima.
- Eliges al tuntún 6 números, que es casi lo mismo que juegue la máquina del Loto.
Lo más probable es que no saques nada, como siempre, y pienses que no valía la pena jugar. Pero el pozo se vuelve a acumular, y ahí estás en la cola del Loto nuevamente.
Si como la mayoría, cada vez que juegas te sacas 0 puntos, esto se explica porque cuando escoges tus 6 números entre los 41 posibles, la probabilidad de que los ganadores no estén entre ellos es mucho mayor a que sí lo estén. Entonces debes desechar esos primeros números y escoger otros 6 entre los 35 restantes. Nuevamente la probabilidad de que los ganadores no estén entre ellos es mayor, no tanto como antes, a que sí estén. Deséchalos entonces y escoge otros 6 números entre los 29 que quedan. ¡Adivina!, la probabilidad de que no tengas ganadores entre ellos sigue siendo mayor a que sí los tengas. Debes detenerte en algún momento y eso depende de tu intuición. Seguir hasta que sólo te queden 5 números sin desechar es tan absurdo como quedarse con los primeros que escogiste.
Este método no asegura que se escojan los ganadores en alguna iteración de este proceso, pues se trata de probabilidades. Sin embargo se puede modificar un poco la metodología, como por ejemplo no desechar 6 números cada vez, sino 5 o 4. En fin, cada uno debe encontrar lo que se le dé mejor.