Cuatro de los números de la combinación ganadora del anterior sorteo del Loto estaban entre los doce menos frecuentes. Esta condición de “número menos frecuente” no significa que pasen muchos sorteos sin salir en la combinación ganadora, si no sólo que aparecen menos que otros. De hecho, en los últimos 36 sorteos del Loto siempre ha salido al menos un número entre los quince menos frecuentes con excepción de dos sorteos (#3634 y #3639, que dicho sea de paso, compartieron tres números en común: 16, 22 y 33).
Lo usual es que aparezcan 1 o 2 números de los menos frecuentes, que salgan 3 no es tan común, y que sean 4 es bastante excepcional. Si tomamos de referencia los 36 últimos sorteos que comentamos, en trece ocasiones apareció solamente un número de éstos, también en trece ocasiones aparecieron 2, en cinco fueron 3 y sólo en 3 fueron 4. Por lo tanto, elegir un número entre los menos frecuentes para jugarlo en tu cartilla es muy recomendable.
Ahora viene la pregunta de los millones (no es la inflación, si no que el pozo del Loto está acumulado): ¿cuál número de los menos frecuentes escoger? Fácil pregunta con una muy difícil respuesta. Si hablamos de promedio, el número menos frecuente, 12, aparece en 1 cada 8 sorteos (más exactamente 7,87) y lo que más ha demorado en salir han sido 22 sorteos, mientras que el más frecuente, 31, lo hace en 1 cada 6 (5,485) y lo que más ha demorado en salir son 30 sorteos. Es decir que a pesar que el 31 aparece muy a menudo, el 12 es más regular. Lo que quiero decir es que cualquier número es buena elección y que cualquiera haya sido el mecanismo para escogerlo, también lo es. Lo importante es saber que si tu cartilla no contiene al menos un número entre los menos frecuentes, probablemente te va a hacer falta.