Lo que llamo terminaciones en el Loto es la casualidad de que al menos dos números de la combinación ganadora terminen en el mismo dígito. Por ejemplo, que aparezcan juntos el 1 y el 11 (ambos terminan en el dígito 1), o 14, 24 y 34 (todos terminan en el dígito 4). Una rareza más que una certeza, dirán algunos.
La mayoría de nosotros tiende a “distribuir” equitativamente los números cuando debemos escoger la combinación del Loto. Y, entonces, intuitivamente elegimos números en cada decena, tantos pares como impares, y tratamos que todos terminen en dígitos distintos. Eso está bien, pero ¿es lo más correcto? Sí, si le hacemos caso a las probabilidades. Pero no es lo que prueba la estadística.
Supongamos que ya se han sacado cinco balotas (números) de la tómbola y todos terminan en un dígito distinto. En la tómbola quedan 36 balotas, de las cuales, 15 terminan en alguno de los dígitos que ya salieron (16 si uno de aquellos termina en 1). Por lo tanto, 5 de cada 9 balotas harán que aparezca una terminación nueva. Es decir, es más probable que aparezca una nueva terminación a que se repita una.
Sin embargo, desde que se juega con 41 números, se han realizado 1.739 sorteos hasta la fecha de hoy, y en 1.403 sorteos del Loto ha habido a menos dos números terminados en un mismo dígito. En la Revancha han sido 1.332 y en el Desquite 1.368. Un poco más del 75% en cada caso, es decir que en 3 de cada 4 sorteos han aparecido al menos dos números terminados en un mismo dígito.
¿Y cómo se explica esto? La probabilidad es una estimación de lo que puede pasar y no una certeza. La estadística, en cambio, nos muestra la historia de lo que ha pasado antes. Así que, si juegas al Loto en Chile, es mejor que agregues una terminación a que busques solo terminaciones diferentes.