El sorteo 700

Celebrando el sorteo setecientos

Celebrando el sorteo setecientos

El sorteo #3630 jugado ayer 25 de Noviembre fue el número 700 desde que se juegan 41 números en el Loto. Antes de eso, los ganadores se seleccionaban de 39 números, y antes de eso, el juego original se jugaba con 36. La diferencia de jugar con tales cantidades de números es obvia, las posibles combinaciones ganadoras se multiplican. Con 36 números son 1.947.792, con 39 números aumentan a 3.262.623 y hoy con 41 números las posibilidades son 4.496.388.

¿Cuándo se aumentarán nuevamente los números del Loto? No lo sabemos con seguridad, y sólo podemos especular porqué se ha hecho. Lo más probable es que se quiera, por razones comerciales, que el pozo se acumule más a menudo, pero siempre asegurando que haya ganadores. Cuando comenzó el Loto en el año 1989, la población de Chile era menor a la actual, y la cantidad de apostadores seguramente era proporcionalmente menor. A medida que la población y consecuentemente los apostadores empezaron a aumentar, la frecuencia con que se ganaban los sorteos fue aumentando, y por lo tanto, los pozos no se acumulaban lo suficiente para hacerlos atractivos. No disponemos de los datos suficientes para asegurar que así haya sido. Si bajan la planilla Excel de la página de Polla, verán que se informan ganadores y pozo desde el sorteo 2811 (ya se jugaban 39 números).

La población probablemente no aumente exageradamente los próximos años, y los apostadores tampoco, por lo que es casi seguro que no se aumenten los números en juego. Con la configuración actual, en lo que va de este año ya se han jugado 141 sorteos, de los cuales 92 tuvieron pozos mayores a 500 millones estimados a repartir; en total ha habido 16 ganadores en 14 sorteos, ninguno de los cuales se ha llevado menos de 400 millones. Dan ganas de jugar, ¿o no?

Optimista o pesimista

Medio lleno o medio vacío

Medio lleno o medio vacío

Prácticamente todos los datos que entrega el Apostador hacen referencia a lo más y menos frecuente. Esto se justifica por lo que ya he comentado anteriormente y que tiene que ver en dos visiones al jugar basados en las estadísticas. Una es jugar en forma optimista, es decir, considerar que la tendencia actual va a seguir dándose, o que los números más frecuentes lo van a seguir siendo en el futuro, y por lo tanto los menos frecuentes seguirán saliendo poco. La otra forma de jugar es la pesimista que es opuesta a la optimista, es decir se piensa que los números que ya salieron no pueden volver a salir por lo tanto hay que apostar a los menos frecuentes.

A lo mejor puedes pensar que optimista es apostar a que salga un número que no ha salido y que pesimista es apostar que un número que recién salió vuelva a salir. OK, como casi todo en la vida depende de nuestros gustos, creencias, conocimientos, incluso estilos de vida, cómo definimos optimista y pesimista. Si no, miremos el vaso medio vacío o medio lleno.

Como sea, hay una tercera forma de jugar y esa es apostar al promedio, o sea, ni fú ni fá, ni chicha ni limoná. Esta es una forma derivada de las dos anteriores, tan válida y efectiva como las otras, es decir con pocas posibilidades de acertar a la combinación ganadora. Por que como ya se habrán dado cuenta,  entre los números sorteados casi siempre hay de todo, sobre todo imprevistos. ¿Se acuerdan del “Mulo” en la “Segunda Fundación” de Isaac Asimov? Si no lo han hecho, les recomiendo leer su trilogía Fundación.

En fin, para terminar, lo que encontrarán en las estadísticas no es una forma de ganarse el Loto si no que una forma de disminuir la cantidad de números desde donde escoger los posibles ganadores. Cuáles dejarán afuera ¿los más frecuentes, los menos, los promedio, los que llevan más tiempo sin salir o los que acaban de aparecer? Dependerá de su propia visión.

El peso de las estadísticas

Quedará en la estadística

La selección de fútbol de Chile llevaba ganados hasta ayer 10 partidos seguidos jugando en Chile, una racha inédita que pretendía seguir agrandando, sobre todo considerando que el rival era el, por estos días, modesto Bolivia. Apostar en contrario, es decir, que perdiera o empatara, era derechamente temerario atendidos el nivel futbolístico actual de cada país; sin embargo estadísticamente era bastante razonable, pues rachas tan largas son poco frecuentes, incluso en selecciones con más pergaminos que la nuestra.

Razones que expliquen por qué no se ganó pueden haber muchas, desde la mala suerte hasta que no se jugó como cuando los puntos son importantes. Convengamos que Bolivia jugó lo justo y necesario y aprovechó las dos oportunidades que tuvo para anotar. Chile por el contrario, tuvo muchas más oportunidades y de no ser por la actuación del arquero boliviano, se podría haber ganado el partido. Pero eso es historia y la estadística es la que prevalecerá.

La lección para nosotros aquí es que no importa cuál sea la naturaleza de los hechos que estamos analizando, la historia pasada (estadísticas) siempre son un elemento a considerar cuando se quiere estimar un resultado, incluso cuando tenemos algún grado de influencia en ellos, como por ejemplo en el fútbol. En el caso de Loto, y de cualquier otro juego de azar, que supone la independencia de los sucesos entre sí, esto también aplica, más aún cuando hay una gran cantidad de información.

El número 3, por ejemplo, estuvo 11 veces apareciendo en los datos del Apostador como uno de los que llevaban más tiempo sin salir, hasta que finalmente lo hizo cuando completó 22 sorteos; estadísticamente, sólo 2 veces había demorado más tiempo sin salir, por lo que era probable que saliera en cualquier momento. No podemos saber exactamente cuándo sucederá, pero al menos tenemos una aproximación. Al menos eso es lo que yo creo.

Estadísticas de Octubre

Lo que miras no es lo mismo que ves

Si alguien nos preguntara de repente “¿cuál es la diferencia entre ver y mirar?” probablemente sin pensar contestaríamos “¡ninguna!”. Pero aunque ambas palabras impliquen el percibir lo que se presenta ante nuestros ojos, no son lo mismo. El ver es más bien una forma pasiva de observar: vemos lo que se muestra a nuestros ojos. El mirar en cambio es una observación activa: miramos lo que nos llama la atención o aquello que estamos buscando. Esta sutil diferencia también se puede aplicar cuando se habla en forma figurada: “ya veo” cuando alguien nos expone algo que desconocíamos; “no lo miro así” cuando damos nuestra opinión sobre algo.

Aplicado a las estadísticas, es bastante distinto “ver” que “mirar”. En el primer caso más que nada tomamos conocimiento de que existen pero no obtenemos ningún provecho de ellas; en el segundo, buscamos por algún dato específico del que queremos conocer más. Por lo mismo, cuando vemos las estadísticas, todos percibimos lo mismo, más o menos, pero nuestra mirada es la que hace que algunos datos resalten más que otros, y claro, cada mirada es distinta. Por eso no es extraño que algunos de ustedes no se expliquen por qué el Apostador no informa sobre tal o cual situación.

Precisamente, de esto se trata: lo que se muestra en la página es una mirada de alguien en particular, pero en ningún caso es definitiva. Por otro lado, no es práctico entregar estadísticas sobre todos los números o pares o primos, etc., pues para más de alguno muchas de ellas no tendrán sentido, y lo que es peor, muy posiblemente más de algo se quedaría fuera. Y para que se vayan acostumbrando, aquí les dejo las estadísticas de Octubre y su detalle.