Dos de los tres números más frecuentes del Loto están dentro de los cuatro que llevan hoy más sorteos sin salir, el 33 con diecisiete sorteos y el 31 con diecinueve sorteos. Da la casualidad que hace quince sorteos, en el #4333, fue introducido el juego Recargado, y antes de la aparición del mismo, 31 y 33 compartían con 5 el título de más frecuentes, pero ahora el 5 los supera en dos apariciones. Uno comprensiblemente se pregunta si Recargado habrá alterado las estadísticas del Loto.
Vamos por partes. No es inusual que los números más frecuentes, en este caso 31 y 33, estén mucho tiempo sin aparecer en la combinación ganadora (descontado ser comodín), de hecho, en cinco ocasiones el número 31 ha estado sin aparecer en 20 o más sorteos, siendo su máximo 35; el 33 en cambio, en ocho ocasiones pasó 20 o más sorteos sin salir, siendo su máximo 31. Sin embargo, esta es la primera vez que ambos han estado al mismo tiempo con más de quince sorteos sin salir.
Como he comentado anteriormente, los sorteos del Loto son eventos independientes, que no tienen más relación entre ellos que el hecho que se juegan con las mismas reglas. Si en cada sorteo se utilizara un mismo set de balotas para todos los juegos (Loto, Recargado, Revancha y Desquite), uno podría especular que los resultados del Loto se han ido alterando, pues cada cuatro juegos, el primero le correspondería al Loto, y antes habría sido cada tres juegos. Yo no he tenido oportunidad de ver un sorteo en vivo, pero me imagino que, si es como antes, cada juego se realiza con un set de balotas distinto y el resultado se deja expuesto para la concurrencia. Esto refuerza la idea independencia entre juegos y minimiza su influencia.
Yo, al igual que muchos de ustedes, siento que sí hay una alteración en las estadísticas, no sé explicarlo, es como una intuición: de alguna manera el proceso de cada sorteo se ha alterado, ya no es igual que antes, y eso necesariamente debe haber producido resultados distintos, aunque la lógica diga lo contrario. Pero yo no soy lógico, si no hace rato que habría dejado de jugar al Loto.